miércoles, 6 de abril de 2011

Una tarde

He visto caravanas de tristeza en mis ojos
ausentes del viento y de la brisa
que con alas oscuras
atraen la amargura del tiempo.


He sentido con mis manos
la tarde cayendo en mi alcoba,
la lluvia cantando en mis noches
más allá de la mar.


Y con todo esto...
he retornado a mi infancia,
donde sólo las palabras llenaban
donde sólo los besos callaban.


Ruge un lamento perdido
en lo alto de mis ideas
que al compararlas con emociones
se confunden con quimeras.