sábado, 16 de enero de 2010

Mi Madre


Ella me enseñó a amar el tango, a ser optimista, a mirar la vida de otra manera, que hoy es el día, ni ayer ni mañana; que para ser felíz no hace falta tanto, a apreciar las cosas simples de la vida. Y no la entendí mientras estaba a mi lado. Y como siempre pasa, hoy que no está la comprendo y tanto!!
Y en las manos me quedaron caricias, y en los labios besos no dados... 

Y mil veces en mis sueños le digo: Te Quiero Mamá.



Autor: Graciela Ranalli